"Cuando Gonzalo Frías escribe, pareciera hacerlo desde el cementerio con una pala. Tracking 2 es el segundo intento del autor por recobrar con ayuda de su imaginación aquello perdido a lo largo de los años. Amistad, familia, películas, libros, amigos y lugares, todos aparecen y reviven cuando se enfrentan a la escritura honesta y desgarradora de quien pone sobre la balanza a si mismo y a los otros.Todos tenemos cadáveres en el armario y luces en la memoria, escribe Frías. El presente libro es eso. Sincero e íntimo. Ficción y realidad. Nueve relatos que recorren una vida y sus recuerdos relacionados con la amistad y la familia."
Así queda la descripción de la contratapa del libro que por lejos se transformó en el favorito de este año. Y si,creo haber dicho en más de una ocasión me ha hecho llorar más veces que mi peor desilusión amorosa, aunque por motivos totalmente opuestos. El Pelao me hizo llorar de nostalgia y felicidad, dos emociones que a veces se toman como inconexas, pero que en este momento exacto, me hacían más falta que nunca. Ambos libros fueron un recordatorio a las hueás que pensé se me habían perdido. Sólo que estaban un poquito más escondidas adentro.
Recuerdo que en noviembre del 2016, después de un montón de conversaciones nocturnas con una muy buena amiga llegué a la conclusión de que se me había perdido algo; que sentía que algo me faltaba y no sabía dónde cresta la había dejado. Y después de varios meses y un montón de intentos fallidos, llegué a leer al Gonzalo. Fue la casualidad que estaba esperando. Fue esa patá en el culo que me hacía falta para poner más atención. Y aunque no hemos coincidido nuevamente como corresponde, tengo presente todos los consejos recolectados los últimos meses.
Consejos que también se pueden tomar de un libro, aunque a veces la gente les cambia el nombre y les dice CITAS. Y aunque para sacar consejos/citas del Tracking 2 tendría que transcribir el libro casi completo, aquí voy a dejar las que más fuerte me pegaron en las tripas (porque ni cagando me banco alguna maña por pasar a llevar derechos de autor. Si alguna vez en la vida Gonzalo lee esto ¡Permiso, Pelao! esto va con cariño).
Quiero que quede claro eso si, que las frases que más me llegaron a las tripas fueron las que tenían que ver con los relatos familiares (puta, casi todos hablan de su familia) puntualmente los que tenían que ver con su mamá y su muerte, la familia y los amigos. Por ejemplo:
- La epifanía que tuve cuando creía que el mundo se acabaría después de su muerte fue que la vida seguía. Caché que podía estar cagado de miedo, pero continuar.
- Dijo que la familia se trataba más de pasarlo mal juntos que bien por separado.
- ¿Qué pasa con los lugares y con las personas cuando uno deja de ser parte de ellos?
- ¿Sentirán esa emoción de volverte a ver? ¿De dejarte ir? A penas puse un pie en Las Cruces sabía que yo había llegado.
-Creo que todas las cosas buenas tienen el alma más grande que el tamaño de su tumba.
-Ni todo lo malo es karma ni todo lo bueno es suerte.
-Un amigo no te pone el hombro para que llores, te da una patada en el culo para que reacciones.
Por otro lado, hubieron partes del libro que preferí dejarme para mi. Algunas frases que si, me llegaron a las tripas y me rompieron el corazón, siento que esas en particular me voy a tragar en silencio. Sólo comparto las siguientes porque, puta la hueá ¿Por qué no?:
- Hay personas que te inspiran a amar y otras a matarte. Escógelas sabiamente. Estos dos tipos de personas sirven para conocerse a una misma.
-Todos hemos sido rechazados o repudiados por otras personas y nos vemos obligados a recuperar, juntar y montar los fragmentos que quedan.
Con el tiempo me he dado cuenta que mis intentos fallidos de hacer reseñas se convirtieron más en intentos por soltar el sentimentalismo que ando acarreando. Lo que no es malo, creo, porque al final de cuentas los libros me han servido siempre para eso: para soltar una que otra pena; para cagarme de la risa con una que otra anécdota; para sentirme identificada con historias que uno a veces piensa que le pasan a uno nada más y no es así. Mucha gente cree que uno lee para escaparse de la realidad (Frase culiá más cliché de la vida) cuando la mayor parte del tiempo las historias metidas en el papel sirven para ampliar un poquito más la percepción que se tiene de la misma. Me fui en la media volá de nuevo, pero pucha...pasa caleta.
Si a usted le gusta 7mo Vicio desde tiempos inmemoriales, está de más decirle que lea los Tracking. Probablemente ya lo hizo. Si le pasó como a mi, que no ha sido una fiel seguidora, pero si cacha la dinámica del programa y la dinámica del Pelao también le aconsejo que lo lea. Al final le da un poco más de background al asunto. Si en su vida ha visto el programa, o no tiene idea de quién chucha es el Pelao, o no sé, no lo pasa... dése la oportunidad de leer el libro como un ente aparte. Creo que al final trata temas tan cotidianos que cualquier persona se puede agarrar de esto. Créame que Tracking es el tipo de libros que no pasa desapercibido, sea para bien o para mal.
Introducción, checked. Mi percepción del libro, checked. Citas golpeadoras de tripas, checked. Recomendación para el lector, checked. Ideas hueonas y groserías varias double-checked. No sé si se me queda algo en el tintero. Tengan un excelente sábado, un abrazo enorme.
Su.-
