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viernes, 24 de julio de 2020

Reading Paper Flowers 2020: Largo pétalo de mar, Isabel Allende

Creo que a la fecha he leído (o al menos tratado de leer) un libro de Isabel al año, a menos que por motivos de fuerza mayor me pille el tiempo y quede pendiente con alguno, como fue el caso del año pasado. Y esta vez, no quise dejarlo pasar otra vez y me lancé de una con Largo pétalo del mar, que de hecho era una de mis dos opciones de lectura del año pasado y lo compré a modo de celebración de mi trabajo nuevo a mediados del 2019. 


En plena Guerra Civil española, el joven médico Víctor Dalmau con su amiga pianista Roser Bruguera, se ven obligados a abandonar Barcelona, exiliarse y cruzar los Pirineos rumbo a Francia. A bordo del Winnipeg, un navío fletado por el poeta Pablo Neruda que llevó a más de dos mil españoles hacia Valparaíso, se embarcarán en búsqueda de la Paz y la libertad que no tuvieron en su país. Recibidos como héroes en Chile —ese «largo pétalo de mar y nieve», en palabras del poeta chileno—, se integrarán en la vida social del país durante varias décadas hasta el golpe de estado que derrocó al doctor Salvador Allende, amigo de Víctor por su común afición al ajedrez. Víctor y Roser se encontrarán nuevamente desarraigados, pero como dice la autora: «si uno vive lo suficiente, todos los círculos se cierran».

Un viaje a través de la historia del siglo XX de la mano de unos personajes inolvidables que descubrirán que en una sola vida caben muchas vidas y que, a veces, lo difícil no es huir sino volver.


Éste libro en particular se basa en un hecho histórico súper puntual: la llegada del barco carguero Winnipeg a Chile. Ese mismísimo barco carguero que trajo al país a más de 2000 refugiados españoles en 1939. Y quizás de haberlo sabido a tiempo, ese hubiese sido un buen motivo para haberme esforzado en leerlo el año pasado, considerando que ese año se cumplían 80 años de la llegada de ese buque a Chile, que fue organizada por Pablo Neruda y el ex presidente  Pedro Aguirre Cerda, en ayuda de los españoles que arrancaban de la guerra civil comandada por Francisco Franco, por casi cuatro décadas.

Pero más allá del contexto histórico que Isabel le da a la historia y del sazón característico que ella le da a todos sus relatos, el libro trata de alguna forma esa relación entre la pianista Roser Bruguera y el médico Víctor Dalmau, quienes se vinieron al país después de estar en un campo de concentración en Francia (hasta donde alcanzaron a arrancar del general Franco). Se casaron por conveniencia, porque era la  forma más rápida para poder conseguir un cupo en el Winnipeg, ya que Roser estaba embarazada de Guilliem, hermano de Victor quien murió en la guerra, y para éste como hombre soltero. Su llegada a Chile los mantuvo juntos apoyándose en el destierro y, con el tiempo y su historia, también terminan amándose.


Más allá de si te gusten o no los libros de esta autora, este es un episodio digno de recordarse, sobre todo, porque varios de los que bajaron de esa embarcación en el puerto de Valparaíso terminaron siendo grandes artistas nacionales. Me llamó mucho la atención encontrarme con el nombre de Roser Bru (a quien encontré como referencia inicial en la historia con la protagonista del mismo nombre, pero después me hizo recordar también a Ofelia del Solar, con quien Victor Dalmau tuvo la "dicha" o "disgusto" de tener una relación amorosa. Eso lo dejo a criterio de quien lo quiera interpretar).

Otro de los personajes reales que descendió del Winnipeg fue Víctor Pey, quien falleció en octubre del 2018, y en quien está inspirado en parte este relato. De hecho, cabe mencionar que la escritora conoció a Pey en su exilio en Venezuela durante los años de dictadura, cuando él ya había sido asesor de Salvador Allende. La otra parte de inspiración corresponde al hermano de la escritora, Juan Allende. 

En más de una ocasión he escuchado a gente comentar que no le gustan los libros de Allende porque caen siempre en relatar algo relacionado con el golpe militar, la dictadura y el exilio. Y en general no es menor que se relaten estos temas, cuando es la propia Isabel quien lleva una fundación destinada a esos fines en el límite. Es parte de su sello personal.


“Los humanos somos criaturas gregarias, que no estamos programados para la soledad, sino para dar y recibir” Isabel Allende — Largo pétalo del mar 

viernes, 10 de julio de 2020

LECTURA EXPRÉS: A kiss before dying de Ira Levin


Un ejercicio que nunca me falla a la hora del bloqueo lector es agarrar libros cortitos que me enganchen con algún género literario en particular. Y aunque no creo haber escrito de esto antes, nunca está de más poder hacerlo con uno para comenzar.

Esta vez nos vamos con UN BESO ANTES DE MORIR, DE IRA LEVIN.

Un beso antes de morir es una novela de Ira Levin, de 1953. Esta historia lo llevó a ganar el Premio Edgar de 1954, a la Mejor Primera Novela. y ha sido adaptado dos veces para el cine: primero en 1956 y después en 1991.

Hoy en día es un "clásico moderno" del crimen, que se centra en un hombre encantador e inteligente que no se detendrá ante nada para llegar a donde quiere ir, incluso si esto lo lleva a asesinar. Su principal problema en la historia es una mujer embarazada que lo ama. Y lamentablemente la solución involucra medidas desesperadas.


Más allá de esa descripción muy a grandes rasgos, no quiero adentrarme más en la descripción de la trama, más que nada por ser una historia super rápida y fácil de seguir. O te engancha y avanzas con ella de un viaje, o te pierdes el entusiasmo por completo. Personalmente me fui por la primera opción.





Datos principales de la primera edición:

  

País:                        Estados Unidos
Idioma:                        Inglés
Editorial:                Simon & Schuster
Fecha de publicación:  Junio de 1953
Formato:                Tapa dura y edición de bolsillo
Páginas:                        244 páginas

Si bien esta es la portada de la que fue en su momento la primera edición, creo que la que leí en la Kindle fue una versión digital harto más reducida. Probablemente una de estas versiones de lectura muy de corte "escolar", de las que se utilizan como lecturas complementaria en Inglés como asignatura o como segundo idioma en los colegios. Si me di el tiempo de leerlos en el idioma original porque cada cierto tiempo necesito utilizar la lectura como práctica del idioma, además de los fines recreativos de siempre

jueves, 9 de julio de 2020

Reading Paper Flowers 2020: El Discurso Vacío de Mario Levrero.

Llegará el momento en el que pueda escribir una publicación más elaborada y complementarla con elementos un poquito más formales para complementar cada escrito con información más concreta, pero hoy no es el día. Porque en estos momentos me urge retomar ciertas rutinas, sobre todo por que me urge tener un poquito de control sobre el tiempo de ocio y el tiempo que le dedico a dos de los que han sido mis buenos malos hábitos desde siempre.  Y fue justo aquí cuando llegué nuevamente a tener en mis manos El discurso vacío de Mario Levrero. 

Nota: insisto, en algún momento retomaré todo esto para formularlo en algo más extenso y como corresponde

Este libro se me hizo una de esas lecturas casuales obligatorias en momentos de necesidad, porque para alguien que tiene la costumbre de escribir diarios y de llevar registros (no tan frecuentes) de como pasan los días, leer lo que otros escriben y darse cuenta que eso que escriben no está tan alejado de lo que a cualquier otro le pasa, es lo que lo hace tan simple  completo a la vez.

Y es que al igual que mis diarios, esta plataforma está por lejos de querer ser un espacio de análisis súper académico ni pretendo evaluar el trabajo del otro con esto. Leer a Mario una vez más me recordó de alguna manera que lo importante de todo esto - de la lectura y la escritura - es generar esa propia realidad y rutina personal que nos conecta con lo que lee y escribe el otro.

Quizás esta publicación no  vaya a tener una estructura muy prolija ni me interesa que la tenga. Porque si bien desde un comienzo la intención era poder escribir de alguna manera alguna reseña de las lecturas que iba teniendo, de alguna manera esto se convirtió en una suerte de registro de las lecturas y de lo que lograba sacar de ellas, o por último explicar esa mezcla de emociones resulta del terminar un libro en si.

Y es por esto que leer a Mario, como dije anteriormente, se me hace super necesario. Porque de lo simple y rápido que se me hizo este libro, pude llegar a enganchar con esa rutina y esa emoción por seguir una lectura (y que se me ha estado haciendo bien complicado seguir desde hace un tiempo, no solo por lo que implica estar en pleno 2020 en medio de una pandemia).




 “Cree la gente, de modo casi unánime, que me interesa es escribir. Lo que me interesa es recordar, en el antiguo sentido de la palabra (= despertar). Ignoro si recordar tiene relación con el corazón, como la palabra cordial, pero me gustaría que fuera así.
La gente incluso suele decirme: “Ahí tiene un argumento para una de sus novelas”, como si yo anduviera a la pesca de argumentos para novelas y no a la pesca de mi mismo. Si escribo es para recordar, para despertar el alma dormida, avivar el seso y descubrir sus caminos secretos; mis nataciones son en su mayoría trozos de la memoria del alma, y no invenciones. 
— Mario Levrero

Desde que puedo acordarme he tenido la costumbre de imaginar historias, de leer historias, de escribir historias aunque (sean las propias) porque de algún modo u otro estas nos ayudan a trabajar la realidad que nos rodea, o de lleno escapar de ella. Y siento que El Discurso Vacío me llevó a recordar estas historias inventadas, leídas y escritas para poder moldear nuevamente esta realidad que nos pesa.


 “La realidad es una cosa lejana que se acerca con infinita lentitud al que tiene paciencia”