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domingo, 19 de abril de 2020

Reading Paper Flowers 2020: Un viejo que leía novelas de amor, por Luis Sepúlveda.

“Antonio José Bolivar Proaño se quitó la dentadura postiza, la guardó envuelta en el pañuelo y, sin dejar de maldecido al gringo inaugurador de la tragedia, al alcalde, a los buscadores de oro, a todos los que emputecían la virginidad de su Amazonía, cortó de un machetazo una gruesa rama, y apoyado en ella se echó a andar en pos de El Idilio, de su choza, y de sus novelas que hablaban del amor con palabras tan hermosas que a veces le hacían olvidar la barbarie humana”


Tenía tantos planes y tanto orden para este año y para la vida después de cumplir treinta, y la verdad es que es en esos momentos en los que uno cree tenerlo todo fríamente calculado, cuando la vida se encarga de mandarte feroz zarpazo y la verdad es que me urgía terriblemente hacer una pausa. Pausa del estrés, de la pena y del miedo que me he traído encima estos últimos meses para acordarme de lo importante que se me hizo leer desde chica. Porque so libros como "Un viejo que leía novelas de amor" de Luis Sepulveda, que (como a muchos) nos marcaron la infancia fuertemente.

Tengo que confesar que la muerte de Luis el pasado 16 de abril me pilló por sorpresa,  y que al principio no lo relacioné con éste libro en particular, sino que con "Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar", que junto con la historia de Antonio José Bolívar Proaño son libros que a más de alguno les hicieron leer en el colegio, y no fue hasta que mi hermana me dijo "pero si por ti me leí la historia de un viejo que leía novelas de amor pa'l colegio porque tú lo leíste, y hasta me pedás que te fuera leyendo los capítulos para comprobar que realmente me leyera el libro"

A mi nunca me tocó leerlos, pero si a mis hermanos y por esas casualidades de la vida están las copias de estos libros en la casa. Siempre estuvo en la casa, y fue por eso que simplemente lo tomé y lo leí... lo leí hasta cansarme de leerlo y de que me doliera el corazón. Lo volví a leer cada vez que pude y lo volvía a leer estos días para recordar lo mucho que nos acompañan los libros, como cura contra la vejez y la soledad, para recordar que nunca se necesita mucho para vivir una vida tranquila, y que muchas veces la estupidez humana y de la codicia de la gente de mierda nos puede destrozar los esquemas de tal manera que cuesta un poco creer lo realmente vulnerables que podemos ser frente a la naturaleza.

Una vez más, y como siempre, me voy por las ramas cuando quiero hacer reseñas "como corresponde" (Después me acuerdo de que nadie me está evaluando por ponerme emocional cada dos por tres). Después de soltar ideas y recuerdos y emociones hasta por si acaso, es bueno tomar datos un poquito más formales para acompañar este vómito verbal.


En la página que Planeta Libros presenta las descripción de esta novela la comenta como "Una emotiva historia ambientada en la selva amazónica que ha acabado convirtiéndose en un long-seller literario."

Y voy a ser realmente floja a la hora de dar la sinopsis de Un viejo que leía novelas de amor, también tomada de ésta página:
Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la Selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo. Un buen día decidió leer con pasión las novelas de amor -«del verdadero, del que hace sufrir»- que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo Loachamín para distraer las solitarias noches ecuatoriales de su incipiente vejez. En ellas intenta alejarse un poco de la fanfarrona estupidez de esos codiciosos forasteros que creen dominar la Selva porque van armados hasta los dientes pero que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida porque le han matado las crías. Descritas en un lenguaje cristalino, escueto y preciso, las aventuras y las emociones del viejo Bolívar Proaño difícilmente abandonarán nuestra memoria.




Datos "Técnicos" del libro:

Editorial: Tusquets Editores S.A.
Temática: Novela literaria
Colección: Andanzas | Serie Volumen independiente
Número de páginas: 144












Más allá del contar de qué se trata la historia o no, de querer convenceros de leerlo o no, de querer sonar formal con esto o no; todo lo aquí escrito es para que me sirva de recordatorio de lo mucho que los libros nos sirven para olvidarnos un poco de la barbarie y la estupidez humana.



Gracias por tanto, Luis.
Amor eterno amor